PENSANDO EN MI FUTURO
Durante
los primeros 15 años de vida, los adultos, papas y mamas, han tomado las
decisiones más importantes de la vida de sus hijos. Muy pocas veces se les ha
consultado a los hijos si están de acuerdo o no con las decisiones que se tomaran
y tampoco se les consulta la opinión que se tenga de las opiniones entres las que
se han decidido de decidir.
Por
ejemplo, a los hijos no se les pregunta si están de acuerdo o no con el nombre
que se les asigna, el centro de estudios al que se les inscribe para su educación
y formación académica; tampoco se les consulta respecto de la vivienda que habitan,
la localidad, donde residen, la religión que se ha de profesar, los lugares a
que acudirán de vacaciones, etc.
Los
hijos se dejan guiar. Por un lado, se supone que los adultos tienen los
criterios adecuados como para tomar la mejor decisión para el beneficio de la familia,
y por otro, porque ellos son los que patrocinan, pagan las condiciones de vida
a partir de eso evaluaran si el estilo de vida que se elige es costeable o no.
Es
sumamente triste escuchar a una persona, independientemente de la edad, echarle
la culpa de sus fracasos y su sufrimiento al destino, cuando en realidad lo que
esta enfrentando son las consecuencias de sus malas decisiones. Y si no es al
destino, le achacan el destino o la suerte, o más bien a la mala suerte. Pero
si piensa de esa manera ¿Cuándo se asumirá la responsabilidad de las decisiones
personales? Dicho de otra forma ¿Cuándo se asumirá la responsabilidad de su
vida, aceptando que cada persona construye su propio destino con cada decisión que
toma?
El
primer paso para pensar en el futuro, es tomar conciencia de que ese futuro se
construye a partir de la calidad de decisiones se toman en el presente, y para
eso debe estar preparado. Hay que verlo de la siguiente manera.
Aún
cuando se haya tenido excelentes padres de familia, un hogar armónico y estructurado,
una familia funcional y segura, una educación ejemplar, se posea una buena inteligencia,
nada de eso se garantiza plenamente que se llegue al éxito y la felicidad
La mecánica
es muy simple pero no por simple pero no por simple puede resultar incomprensible
para la mayoría. Se podría poner una ecuación matemática para la siguiente forma:
FÓRMULA PARA EL ÉXITO:
Decisiones correctas +

= Éxito, felicidad
FORMULA PARA EL FRACASO:
Decisiones
incorrectas +

=
Fracaso, infelicidad
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